A mi querido amigo...

La situación de hoy:

En medio de una hora libre, Maca y yo copiando un trabajo de Filosofía.

Yo: Ya casi termino ¿Vos por qué punto vas, Maca?

Maca, colgada escuchaba música, la miro mal y sigo con lo mio. De golpe se saca un auricular y me mira.

Maca: Toma, escucha, escucha.

Me lo da. yo escucho la canción y sigo con lo mio. De pronto, dejo la lapicera, me recargo sobre la silla, y escucho atentamente la canción. Le pido a Maca que suba el volumen. En ese momento me alejé completamente del aula, sonreía y miraba a la nada.

Al terminar la canción, Maca me saca el auricular, se me queda mirando y rie.

Maca: Ay, no me digas que te emocionaste.

La miro sonriendo, y con los ojos solo un poco vidriosos.

Yo: Si, me hizo acordar a un querido amigo. Él falleció hace seis meses...

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Me entristece haberme acordado tan tarde de vos, vas a tener que perdonarme, cuando me despierto soy muy colgada y recién me avivo de las cosas a las 8.30 de la mañana (Hora en que escuché la canción). Solo quería escribirte algo para que sepas que yo te recuerdo, y que nunca te voy a olvidar.

Nunca me detuve a escribirte, no sabía de que, pero me parece que debo hablar con vos muchas cosas.

Para empezar, siempre me dio gracia que comenzáramos a hablar solo por nuestros gustos sobre los cráneos, hablábamos casi todos los días después de eso, y la verdad era para grabar nuestras conversaciones bizarras. Yo ya te conocía de antes, claro está, siempre te creí un gran cosplayer, y estaba muy contenta de que me hablaras, ya que me parecías un chico admirable. Me sentí muy contenta de poder compartir escenario con vos en aquel Anicon (Valga la redundancia que, con vos fue la última vez que pisé ese escenario). Siempre me hizo reír que por acompañarte ese día, me quisieras pagar con un cráneo, que me contabas que tu perrita se robaba.

Agradezco todas esas tardes de puras risas que teníamos.

Y lamento el día que no pude hablar con vos... El último día que podría haber hablado, no pude hacerlo... Me hubiera gustado hablar con vos ese día, y reírnos juntos aunque sea una vez más.

¿Sabes qué? El día que me enteré que ya no estabas, esa misma tarde había encontrado el collar de perlas que había usado para el cosplay, y me preguntaba como estabas, ya que hacía mucho que no te conectabas. Fueron unas horas después, que me despertaron y me dijeron el motivo por el cual ya no iba a poder hablar con vos, nunca más.

Solo quiero que recuerdes para siempre, que fuiste un muy buen amigo, y que ojala donde estés, te encuentres bien ahora. No soy muy creyente, pero espero que hayas llegado a ese lugar hermoso que la gente siempre anhela con estar. Porque vos realmente lo merecés.

Te quiero muchísimo, Folken.

Esta canción fue la que escuché hoy para recordarte.